viernes, 1 de julio de 2011

"El tic tac de un viejo reloj".

Tras el reloj veía el minutero acercarse a tus labios,
ansiosa deseaba besarlos.
Tanto tiempo contemplando los ocasos,
del mismo modo que contemplaba tu decadencia.
Hoy mi reloj anda viejo y fatigado.
Cuando el ocaso se tiña de gris y el sol se desdibuje en el horizonte,
mandaré apagar las estrellas y envolveré la luna para despojarme
de esta coraza.
Ha estado tanto tiempo ahí que se ha vuelto visible.
He dejado de escuchar al intelecto, por que no sirve
de nada ser luz si no has de iluminar el camino de nadie.