viernes, 24 de junio de 2011

"Como perro sin su dueño".

Sentada en la cama atenta escuchaba tus cuentos,
hablaban de Cenicientas y príncipes.
Hoy no soy quien tú piensas, seguramente no soy quien ideaste.
Sigo decidida y asustada. Ando como perro sin su dueño.
Adoro esas pequeñas cosas que me enseñaste,
como la de perderme en mis sueños.
En mi mundo, los lobos visten de rojo y
las caperucitas aprendieron a enseñar los dientes.
Hubo un tiempo en que las palabras tenían un significado,
hubo un tiempo en que se adoraban y se respetaban;
estas prevalecían por encima de todo.
Hubo un tiempo en que fui niña y soñé que la gente era de verdad.

3 comentarios:

  1. Me gusta. Es como un lamento.Es agradable leerte.

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  2. Et llegiré més vegades, perquè m'agrada que em murmuren a cau d'orella, m'agraden les paraules que sí que tenen un significat i m'agraden també les persones.Que n'hi ha que són "de veres"!

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  3. cuánto daño ha hecho la "moralidad Disney", en mi mundo Caperucita tuvo que espabilar y armarse de coraje, enseñar los dientes e incluso morder. No, no nos valen los cuentos de príncipes y princesas...

    Besos y abrazos desde el Teatro Mágico
    Víktor

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